sábado, 6 de diciembre de 2008

(susurros)

Estaba intentando evaluar la inclusión de un blog sobre poesía en mi lista de enlaces. Leyendo los comentarios y los post he arribado a un lugar insufrible de la estupidez: los ataques gratuitos, la defensa sin argumentos, la antología entre amigos. Sitios, en definitiva, donde beben muchos. He decidido marcharme, no sin antes aprender algo -más bien, tras comprobarlo una vez más: el valor de la independencia.
daniel bernal suárez
Y dijo dios:
No comulgarás donde los cerdos se revuelcan en grupúsculos de aleatoria hediondez, allí donde el aliento de las sentinas supura agrias bifurcaciones del resentimiento.
Pasto de cerdos fue llamado el cónclave del poder.
daniel bernal suárez
(cuánto se parecen los que se creen tan distintos entre sí, pensé)
daniel bernal suárez
(has de retirarte por ahora para preparar el ataque contra argivos y troyanos)

domingo, 16 de noviembre de 2008

Para reflexionar:

"Quien confunde el cibersexo con el amor está listo para el psiquiatra. Uno puede confiar en la inercia del cuerpo. El dolor de muelas no es virtual. El que tiene hambre no se sacia con simulación. La propia muerte no es un acontecimiento de los medios. Oh, sí, hay vida después del mundo digital: la única que tenemos".
hme
Hans Magnus Enzensberger
(Los elixires de la ciencia)

sábado, 18 de octubre de 2008

El nombre del poeta

1
j
Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.
a
(Jorge Luis Borges, El hacedor)
b
2
y
El nombre del poeta no es más que una etiqueta que aglutina un conjunto de obras a las que dota de una cierta unidad de sentido. No hay que olvidar que esta unidad de sentido indica o señala la evolución de un proceso creativo particular.
c
El nombre del poeta es un acrónimo rastreable a través de ciertos versos. El poeta designa una discontinuidad formal -especie, gen- en el continuum del acervo poético -biocenosis, genoma- que permite deducir algunos elementos de significado.
h
La especie no es una unidad estática, sino una fase en el proceso de divergencia evolutiva, Dobzhansky dixit.
d
3
t
Las razas, las especies, los géneros y las familias no son sino grados diferentes de divergencia evolutiva.
e
(Theodosius Dobzhansky, Genética y el origen de las especies)
f
Paráfrasis: Las generaciones, escuelas, estilos y corrientes literarias no son sino grados diferentes de la divergencia poética -evolución individual, evolución colectiva-.

jueves, 14 de agosto de 2008

Acuse de recibo: Konkrete Poesie



Poesía concreta en lengua alemana
En un artículo algo grotesco fechado en 1972, Alberto Moravia rechazaba la idea de la decadencia de la lectura, a la vez que recurría a una condena de la cultura de la imagen y de los libros de bolsillo en un tono eminentemente elitista:
daniel bernal suárez
"Entre el libro tradicional y el libro de bolsillo, la diferencia no es exclusivamente de calidad y de precio. En realidad, se trata de dos tipos de libros enteramente distintos. El libro tradicional correspondía y sigue correspondiendo a un contexto cultural sedimentado y orgánico que dura desde hace siglos. En cambio, el libro de bolsillo disemina, de una sola vez, en un terreno completamente virgen, los gérmenes de la cultura de todas las épocas y de todos los lugares. En unos pocos años se ha sumido, sin preparación alguna, a una humanidad recientemente alfabetizada en una cultura de treinta siglos."
daniel bernal suárez

No negaré que las ediciones de bolsillo, al igual que todo tipo de superproducción cultural -léase esto en clave contemporánea bajo el prisma del opimo desarrollo tecnológico y la disponibilidad creciente de información de manera indiscriminada-, pudieran acarrear ciertos conflictos derivados de la masificación y de la concepción de la lectura como mero consumo. Sin embargo, no se trata aquí de anatemizar o de dirigir las reflexiones sobre ese particular formato de libro en una dirección unívoca, pues es innegable que también la apertura -facilidad de acceso y abaratamiento de la adquisición- promovida por el mismo permite explorar nuevos modos de aprendizaje. Todo instrumento tecnológico consiente la explotación de aspectos encomiables y nefarios de modo simultáneo.
daniel bernal suárez
Precisamente una curiosa edición de bolsillo, Konkrete Poesie, editada por Reclam, me ha permitido indagar más en el movimiento concreto de la poesía en lengua alemana. Recordemos que, según Luis Reina Palazón, la poesía concreta "irrumpe con una crítica del lenguaje que a partir de la eliminación de la metáfora, la alteración de las relaciones gramaticales y las estructuras de orden semántico combate la visión tradicional de la realidad que el lenguaje aporta" (algo más sobre este movimiento en Wikipedia). Rememoremos, asimismo, que en su antología de la lírica alemana de la segunda mitad del siglo XX, 21 poetas alemanes (editada por Visor en 1980), Felipe Boso establecía una serie de divisiones líquidas que aglutinaban en torno a cinco tendencias principales a los poetas de posguerra más relevantes. En efecto, Boso advertía que "Paralelamente a la poesía concreta o posterior a ella surge lo que, con un término difuso, se ha llamado experimentación". Entre estos poetas experimentales que desbordarían la línea propiamente concreta se situarían -siempre según Boso- autores como HeiBenbüttel, Becker, Jandl, Gappmayr o Kriwet. Konkrete Poesie, precisamente, incluye poemas que exploran modos divergentes, diversos, dentro del amplio cauce expresivo de la experimentación, como serían la propuesta conceptualista de Gappmayr, la fonética de Jandl o la puramente visual -opacos ideogramas- de Hansjörg Mayer.
daniel bernal suárez
Poesía concreta: poética del signo. No el significante como subalterno del significado, sino como forma en sí creadora -irradiadora- de significaciones.

martes, 29 de julio de 2008

Del desierto y el libro a Edmond Jabès



Del desierto al libro - Edmond Jabès
En el año 2000 la editorial Trotta publicó la traducción de un texto fundamental para todo lector de Edmond Jabès: Du désert au livre. Se trata de una suerte de diálogo o entrevista que mantuvieron, allá por la década de los ochenta del siglo pasado, el mencionado autor y Marcel Cohen. Una de sus peculiaridades consiste en el carácter lateral de la pieza, considerada con respecto a los otros libros de Jabés. Lateral, decimos, y por ello mismo, imprescindible, dada su condición o aspiración esclarecedora sobre la obra de este autor tan singular. Ciertamente, habría que incidir que el adjetivo de esclarecedor operaría de un modo radicalmente distorsionador: las palabras, en Del desierto al libro, no alumbran las zonas de oscuridad, brindan la oscuridad con toda la cegadora carga de ausencia que les es consustancial. Más que esclarecer, ahonda en los movimientos de su escritura propiamente creativa. Acaso habría que resaltar que toda la producción jabesiana emerge de las fallas o grietas en el margen de un libro que prolongara, en su caos oceánico, el vértigo. Lateralidad de lo lateral, entonces, que a fin de cuentas sería un astro en la espiral sin centro.
Del
Para Jabès, la escritura se confunde, en su clara apuesta por el riesgo, con el estar (tal como asoma en el significativo poema Stehen de Paul Celan perteneciente al volumen Cambio de aliento) del hombre: las imágenes van fluyendo cual corriente, ora cenagosa, ora cristalina. La búsqueda es una pregunta hacia la nada que ha de convocar a las palabras vírgenes, conocedoras del gravamen de su memoria. La existencia como perpetua pregunta recomenzada; sospechosa toda respuesta que ignore u olvide su validez puramente transitoria:

"El libro, en el que se supone que todo es posible a través de una palabra que creemos poder dominar, y que, finalmente, resulta que no es más que el lugar de su fracaso".
desierto
En el centro de ese libro ideal, arquetípico, al que aspira todo libro -y que apenas será rozado por las frases que circulan por la hoja- un vacío configura, en su débil trazo, la imagen de un hombre solitario. Extranjero del extranjero, hermano de la arena. En el libro, este extranjero se reconcilia con su diferencia: entiende que la agonía del silencio es el sentido mismo del vocablo que anhelaba. Búsqueda del sentido de la palabra primigenia o última; encuentro del silencio que se revelaría, paradójicamente, como espacio hacia el que las palabras tendían, perfilando una pasión agotadora:
jabès
"La palabra tiene permiso de residencia únicamente en el silencio de las demás palabras. En primer lugar, hablar es apoyarse en una metáfora del desierto, es ocupar una blancura, un espacio de polvo o ceniza, donde la palabra victoriosa se ofrece en su desnudez liberada."
al
Las manifestaciones de Jabès rotan alrededor de las preguntas de Marcel Cohen, rehuyendo cualquier fijación que aboliera su sed de apertura a la multiplicidad de los sentidos. Diálogo, pues, que nos remitiría a la visión del árbol ofrecida en la proliferación de sus ramas y en la agónica, exhausta indagación terrestre de las raíces: profundización hacia el mineral y el agua, como en aquellos versos que Peter Huchel dedicara a su hijo en el poema El jardín de Teofrasto:
libro
"ten presente, hijo mío, ten presente a quienes un día
plantaron conversaciones como se plantan árboles."
jabès
Además de las continuas referencias y alusiones a su escritura, Jabès desgrana también su pensamiento sobre temas que siente próximos o sobre sus avatares biográficos. Este breve opúsculo de Jabès, como todos los suyos, se adhiere a esa región de la escritura donde las fronteras quedan abolidas, puesta entre paréntesis toda certidumbre, para engendrar así una honda reflexión intuitiva. Palabras de un libro que nos confrontan con el desierto. Ardientes arenas del pensar que soslayan toda respuesta cómoda a los interrogantes del hombre, de un hombre solo frente al mundo.

lunes, 28 de julio de 2008

Silencio

¿Quién calla hoy? ¿Quién calló ayer?
¿Quién pronunció su nombre alguna vez?
¿Hubo nombre acaso?

Ver el silencio. Tocar la nada. Vaciamiento.
Translúcida la calidez del hielo.

Psicogenética del histohipotálamo.
Profundización. Raíz.

¿Quién interrogó al viento?
¿Quién inquirió al silencio su presencia?

lunes, 9 de junio de 2008

Él

Quién sabe si se despertaría. Él creía haber encontrado una forma a la que asirse cuidadosamente para evitar los naufragios. El fulgor de los diamantes, leyó, no se extingue, no mengua. Tampoco su intensidad varía, pensó. Todo fue inútil. Más allá de las zozobras, más allá de los continuos vaivenes, la forma en sí no perduraba. Cada acontecimiento era un obstáculo, cada fenómeno un espacio neutro.
Él
Supo, después de abrazar tantos pensamientos, que cada idea iría colmada de rotaciones. Abruptas inminencias sucedieron. Agrestes volcanes. Creyó en el cambio, en la posible redención. Un día, al despertar, comprendió la falacia del movimiento. Del péndulo impreciso emergió la violencia. Conciencia del cambio. Permanencia del fondo.
ÉL
Leyó y comprendió.
Él
Aquella luna
de aquella primavera
no es ésta ni es
la misma primavera.
Sólo yo soy el mismo.
(Ariwara no Narihira, 825-880)

miércoles, 23 de abril de 2008

De la crítica benévola

Coloco a continuación la breve crítica que escribí a propósito de la lectura de La tercera virgen, novela de Fred Vargas abordada en el Club de Lectura en el que participo.
fred
En alguna entrevista el escritor argentino Jorge Luis Borges sentenció que las novelas policiacas terminaban por construirse de manera automática ("como una maquinita", decía el argentino metafísico). Esa frase condensa, a despecho de su tono pedestre, el conflicto primordial al que se enfrenta todo autor de novelas pertenecientes al género aludido. La novela de Fred Vargas principia eludiendo la plasmación directa que supone el eje argumental, esto es, la resolución de una serie de crímenes. El efecto implica un tipo de narración eficaz inicialmente: el confinamiento a unos simples trazos de la trama policial conduce al lector por los entresijos vitales de un conjunto de personajes estrafalarios o excéntricos, mostrando, mediante un sistema de diálogos preciso, una carga irónica en ocasiones verdaderamente hilarante. Esta subordinación en la primera mitad de la obra se ve potenciada por la síntesis característica de los diálogos y por los retazos descriptivos, ya sea de los propios personajes o de la ambientación. Sin embargo, la edificación de la novela sobre dichos cimientos comienza a declinar apenas arriba la lectura a la mitad de la novela. A partir de entonces, la narración va orillando la ironía de los diálogos y las descripciones se ven sometidas a un proceso de reducción a exiguas frases, despojadas por completo de cualquier elemento capaz de suscitar maravilla, emoción o agrado simplemente. El desarrollo tonal adquiere gravedad en perjuicio de los únicos factores encomiables de la novela, resolviéndose en una ecuación tipificada e ineficiente.
fred
Novela ligera, de divertimento, concluiría un diccionario enciclopédico.
vargas
No sé si fui demasiado benévolo con la obra.

domingo, 10 de febrero de 2008

El blog de Tomás Segovia

"Todo está ligado" reza el primer verso de un poema memorable de Eduardo Milán. Dieciocho siglos antes, Marco Aurelio había escrito: "Todo hecho es consecuencia de uno precedente. No se trata sólo de una sucesión de hechos aislados y necesarios, sino de un encadenamiento lógico. Si los seres están armónicamente coordinados, del mismo modo los hechos no se suceden sin más, sino que guardan una relación asombrosa" (Meditaciones, Libro IV, 45). Pues bien, la casualidad, o esa forma asombrosa en que los hechos se conectan los unos con los otros en una secuencia a priori arbitraria, pero en la que parece subyacer un concierto armónico de religaciones, quiso que, visitando el blog de Daniel Bellón, hallase noticia de que el maestro Tomás Segovia había decidido mantener un blog. Blog que lleva a otro blog que lleva a una palabra poética de diáfana inteligencia, de contenida pasión a la vez lúcida y sensual por el mundo contemplado.

La casualidad -o ese tejido de leyes conectivas e ignotas-, es que en mi perfil, en la opción donde se puede agregar un archivo de audio, yo había situado un link que albergaba un poema de Tomás Segovia recitado por él mismo. La dirección de su blog es: http://tomassegovia2.blogspot.com/. Allí ha colgado algunos poemas y uno que otro artículo.

¿Cómo no concluir este post siquiera con un poema de Segovia? Me resulta difícil la elección, dado el hecho de que se puede leer casi cualquier poema del autor sin que la emoción nos abandone. Una emoción íntimamente carnal: cópula linguística en el seno o espacio -el poema- en el que el mundo aparece transformado: realidad sublimada. Si me decanto por Canción de huérfano, es por motivos de identificación con esa visión desarraigada que expresa admirablemente:
tomás segovia
tomás segovia
Canción de huérfano
tomás segovia
tomás segovia
Contempla bien, meteco
huésped arisco de uno u otro arraigo,
a los claros nativos de algún Orden
pesar abiertamente en los surcos del tiempo.
tomás segovia
¿Qué castillo de naipes pensaste desplegar
apoyado sobre el soplo indiscernible
de tu solo deseo doloroso
para irrisorio abrigo de la hermosura expósita,
tu patria intermitente?
tomás segovia
Tú solamente cruzas.
Bajo las sombras vagabundas
que arroja en los caminos un gran cielo celoso
te sufren los paisajes silenciados.
tomás segovia
Pues toda permanencia te condena.
Del tiempo es tu destierro.
En la piel fumigosa de tu historia
turbiamente hallas rastros de casas hoy en ruinas
y amores migratorios.
tomás segovia
No tiene fin el balsamo que imploras,
por no más que una llaga estás pegado
al pulmón impecable de la vida
y es verdad que aullarías
si esa misma piedad sin la cual agonizas
fuese a borrarla un día de tu origen.
tomás segovia
La herida que te funda es veraz como un ojo
que al apagarse apagaría el mundo.
tomás segovia
tomás segovia
Una curiosidad: en el perfil asociado al blog del poeta, figura una información, cuando menos, alarmante. Resulta que Tomás Segovia vive en Afganistán (y no en Madrid) y no es poeta, sino que su oficio está relacionado con la agricultura. ¿A qué se deberá semejante broma o despiste?


domingo, 27 de enero de 2008

Juan Gelman

He incluido en la sección de blogs de poetas (en la que pienso dar cabida, a partir de ahora, a páginas personales de escritores diversos) la bitácora de Juan Gelman. He tenido noticia de la existencia de la misma, así como de la url, través de la entrevista que ha aparecido en Babelia: http://www.elpais.com/articulo/semana/Poesia/olvido/elpepuculbab/20080126elpbabese_3/Tes.

También ha publicado dicho suplemento seis poemas del último libro del autor, de entre los cuales me ha llamado poderosamente la atención uno que discurre sobre el ser del poema y que copio:


¿Qué se sabe?


Del poema, nada. Llega, tiembla
y raspa un fósforo apagado.
¿Se le ve algo? Nada. Tiende una
mano para aferrar
las olitas de tiempo que pasan
por la voz de un jilguero. ¿Qué
agarró? Nada. La
ave se fue a lo no sonado
en un cuarto que gira sin
recordación ni espérames.
Hay muchos nombres en la lluvia.
¿Qué sabe el poema? Nada.



Nada sabe el poema. El poema dice su insapiencia (en tiempos de egotismo poético supone un alivio leer semejantes confesiones). Salud, Juan Gelman.
juan gelman
Les dejo ahora con la lectura del poema Himno de la victoria en ciertas circunstancias efectuada por el propio Juan Gelman en el festival Internacional de Poesía de Medellín (la web del festival, que alberga vídeos de los poetas participantes, así como los distintos números de la revista Prometeo, es: http://www.festivaldepoesiademedellin.org/)






juan gelman